El metamizol y sus reacciones adversas

Existen muchos nombres con los que comercialmente se puede encontrar el metamizol, este es el caso de dipirona, nolotil y metalgial, sin embargo, a pesar de estas variaciones el principio activo siempre está presente, proporcionando tres grandes acciones: analgésico, antipirético y espasmolítico.

Por lo anterior, el metamizol sódico se emplea para aliviar el dolor espasmódico, tumoral y postquirúrgico, al igual que para darle manejo a las cefaleas, los cólicos gastrointestinales, de riñones y tracto urinario. De ahí que, en varios países del mundo, este sea casi que el medicamento preferido en las salas de emergencias para ofrecer una pronta recuperación, algo bastante controversial ya que, por las reacciones adversas del metamizol, este medicamento ya ha sido vetado en naciones como Estados Unidos.

¿El metamizol tiene efectos secundarios?

Tal y como ocurre con el resto de medicamentos a los que tenemos acceso hoy en día, el metamizol bien sea sódico o magnésico, cuenta con la capacidad de provocar una serie de reacciones adversas, lo que significa que el personal médico debe estar muy atento a una hipersensibilidad por parte del paciente y a recomendar las dosis precisas para minimizar inconvenientes.

El punto culmen de los riesgos para el organismo que pueden provenir de la administración de este fármaco, corresponden a los casos de agranulocitosis, una enfermedad que puede llegar a ser mortal ya que consigue que los neutrófilos desciendan y que el sistema inmune se altere por completo.

Aunque se trata más que nada de una probabilidad, ya que no todas los individuos que son medicados con metamizol llegan a presentar agranulocitosis, desde la década de los 70 esta especie de lotería mortal ha sido más que suficiente para que algunos territorios elijan no permitir su comercialización. Otros efectos que se ha identificado, tienen que ver con reacciones anafilácticas y cambios en la presión sanguínea.

Es importante no automedicarse

Puesto que una dosis mal administrada puede hacer la diferencia, es de tener en cuenta que todos los organismos reaccionan de maneras diferentes pues hay antecedentes y condiciones de por medio que alteran los efectos de los fármacos al punto tal de que pasar a ser contraproducentes.

Dado que el papel del profesional de la salud no es otro que evaluar los riesgos y beneficios en función de la condición actual del paciente, el metamizol como cualquier otro analgésico que se pueda conseguir, tiene la capacidad de ser una fuente de efectos colaterales.