La protectora oración de la noche

La oración del creyente es un arma poderosa creada de manera especial para superar toda clase de dificultades, además es el canal de comunicación entre el hombre y Dios por lo tanto esta al igual que la lectura de las Sagradas Escritoras corresponden a las acciones que hacen la diferencia cuando se trata de encontrar respuestas a esas grandes dudas o conflictos que suelen acompañarnos. Por tanto, hablar específicamente de la protectora oración de la noche corresponde a reconocerla como un medio para renovar fuerzas y pedir resguardo ante las posibles amenazas.

Además de ser un hábito que revela amor y respeto hacia el creador, dedicar los últimos pensamientos del día al Señor a través de las oraciones de la noche es indudablemente una fuente inagotable de paz y sosiego.

Ventajas de orar en la noche

La bondad y la misericordia son tan solo algunos de los dones que el creador siempre está presto a proporcionarnos y un momento tan vulnerable como la noche que es justamente cuando más cansados y agotados nos sentimos, se convierte en el ideal para buscar acercarnos a su resguardo.

Aquella iniciativa de encomendarse a Dios y con ello lograr un escudo protector antes aquellas energías que suelen rondar es de entrada uno de los grandes beneficios que se descubren. Asimismo está el hecho de pedir por la familia, por la conservación del hogar y por saber manejar aquellas debilidades físicas expresadas en dolores que no han de  faltar.

Considerando que los afanes del día logran que en la jornada nocturna estemos agotados, hacer un esfuerzo y alimentar la relación con el Todopoderoso es algo sumamente meritorio que trae importantes frutos para el creyente.

La oración, alimento del alma

Evidentemente la oración es la expresión más natural de la fe, por tanto tiene un lugar especial en nuestras vidas debido a que se posiciona como un recurso inagotable para la vida del hombre. Puesto que las tentaciones están por todas partes, encaminarse hacia Dios a través de esta acción que más allá de un hábito tendría que ser tan indispensable como la propia comida es acercarse a la victoria y a la felicidad.

Respecto a la oración de la noche, esta además de permitirnos pedir redención por nuestros pecados nos facilita expresar gratitud y abrir las puertas al descanso placentero que solo se obtiene cuando el alma se encuentra en equilibrio, algo para lo que necesariamente debemos trabajar día a día.