Características que distinguen a las religiones politeístas

Al revisar entre las diferentes manifestaciones históricas de la religión y el desarrollo de esta de acuerdo a la cultura, queda en evidencia dos tendencias que se oponen mutuamente, se trata del monoteísmo y el politeísmo, concepciones distintas sobre la creencia y adoración de un ser superior que involucran la visión de una realidad objetiva y de aquello que se entiende por moral aceptada.

Puesto que el politeismo corresponde a la creencia en la existencia de muchos dioses o seres divinos, del Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, que corresponden a religiones monoteístas, podría decirse que son el contraste ya que estas han optado por reconocer la existencia de un único Dios.

Principales características del politeísmo

Tanto en las culturas antiguas como en las presentes, se han observado manifestaciones politeístas dentro de las que se incluyen considerar los objetos de la naturaleza o del cosmos como entidades divinas que merecen tributo. Por otro lado, es propio resaltar la inclinación a dotar de características humanas a los dioses, algo que abre las puertas para verlos como seres que pueden equivocarse e incluso pecar para así dar una lección.

Demonios, fuerzas sobrenaturales y espíritus forman parte del sistema jerárquico de deidades que se suele conformar, cada uno con poderes, habilidades, percepciones o conocimientos individuales. Puesto que cada divinidad asume la tarea de dirigir un aspecto determinado de la vida de las personas, cada quien puede identificarse con ese ser superior que más y mejores respuestas pueda ofrecerle, de otro lado, llama la atención que estos dioses pueden invocarse tanto de forma individual como grupal.

Algunas de estas deidades suelen carecer de una forma material específica y es que su alto nivel de trascendencia, consigue que el cuerpo físico deje de ser algo relevante.

Dioses inmortales, omniscientes y omnipresentes

Conocer todo aquello que se puede y que se desea, además del hecho de perdurar indefinidamente y de no presentar restricciones respecto al espacio, pues se asume que estos dioses se encuentran en todas partes, son otras características del politeísmo que merecen ser analizadas con detenimiento.

Tanto el politeísmo egipcio como el romano acostumbraban a celebrar ceremonias bastante complejas en honor a estos dioses, de manera que los sacrificios y rituales donde corría la sangre eran vistos como algo cotidiano; en la actualidad, el Hinduismo corresponde a la religión que mejor cuenta puede dar de la relación que el ser humano lleva con lo divino cuando se rige por el camino politeísta.