Diferentes tradiciones de la cultura romana

Por muchas razones la civilización romana siempre ha llamado la atención y es que al encontrar sus inicios en la fusión entre sabinos, griegos y latinos consiguió el paso al establecimiento de un imperio que dejó grandes huellas y variados aportes a la humanidad. Por lo tanto, darse a la tarea de conocer un poco sobre las diferentes tradiciones de la cultura romana, corresponde a llevar a cabo una inmersión en un mundo donde la religión era algo vital y la vida cotidiana transcurría de manera diferente.

Puesto que sin importar el periodo histórico, las diferentes culturas insisten en demostrarnos la grandeza de la diversidad humana, los ciudadanos de la Antigua Roma se encargaron de dejar grandes precedentes que reafirman esa reputación por la que tanto lucharon.

Costumbres y tradiciones de la cultura romana

  • Medidas higiénicas: redes de alcantarillado aseguraban el saneamiento de la ciudad, asimismo se prohibían los entierros en los alrededores de los terrenos habitados. Tanto hombres como mujeres tenían la costumbre de depilar sus cuerpos con pinzas y ceras pues lo consideraban indispensable para su limpieza.
  • Sexualidad: el amor y el sexo eran considerados como regalos de los dioses, por eso la invitación era practicarlos, la homosexualidad era algo natural. Tiempo después la moral y la ética empezó a interferir poniendo algunos límites.
  • Alimentación: al desayuno nunca se le dio gran importancia, lo más relevante del día era la cena donde los asados de carne o pescados, las verduras y las frutas a manera de postres eran los protagonistas.El vino siempre se dejaba para el final, para saborearlo a plenitud y aprovechar para departir un poco.
  • Estética de la mujer: el aspecto personal era muy importante para las mujeres, por tanto fabricaban maquillaje con plantas naturales para pintarse los labios y los ojos, también elaboraban perfumes.
  • Entretenimiento:los ciudadanos acudían a espectáculos de circo y teatro, de otro lado los combates de gladiadores a pesar de ser bárbaros eran muy acogidos.

El culto a los emperadores romanos

Venerar a los emperadores tal y como si se tratara de dioses era una costumbre bastante extendida que solamente vino a transformarse con la consolidación del cristianismo como fundamento del estado.

Así pues, se intuye el gran respeto que estas figuras cosechaban y el deseo por parte de los romanos de contar con una figura poderosa que pudiera ser objeto de ofrendas y sacrificios para garantizar su bienestar y tranquilidad.