¿Por qué es importante rezar al Espíritu Santo?

No todo el mundo tiene claro por qué es importante rezar al Espíritu Santo, ni en qué consiste exactamente. Esta realidad puede resultar un poco desconcertante cuando se toma en cuenta que en Internet existe una gran cantidad de información dedicada a responder estas interrogantes, además de sitios web como https://www.oracionalespiritusanto.info/ completamente especializados en dicha temática.

En caso de que tengas desconocimiento sobre qué es el Espíritu Santo y la importancia de rezarle debes saber que todo gira en torno al hecho de que esta es la forma en que se refiere a la fuerza de Dios, la cual forma parte intrínseca de la Santísima Trinidad.

¿Qué se dice en la Biblia sobre rezar al Espíritu Santo?

En la Biblia se le da importancia a rezar al Espíritu Santo debido a que es éste el encargado de guiar a María para que fuese capaz de cumplir con los planes de Dios. Esto no sólo fue un hecho trascendental para permitir la llegada de Jesús, sino que además es la razón por la cual se menciona al Espíritu Santo en el credo.

Por otra parte, más allá de ser la fuerza de Dios, el Espíritu Santo, en su papel de tercera persona de la Santísima Trinidad, es también la mismísima presencia de Dios. Esto implica que es por medio de esa fuerza que actúa como dador de vida, santificador y logra infundir de ánimos a las almas y también a la Iglesia. Siempre manteniendo su unión con el Padre y el Hijo.

Oración

Ahora que hemos dejado en evidencia la importancia de rezar al Espíritu Santo, podemos utilizar la siguiente oración para manifestar nuestra devoción al mismo, así como también solicitarle que oriente nuestra vida espiritual.

Orienta en tu fe mi vida, Espíritu Santo,

Padre de todo lo que existe,

con toda la luz de tu fuerza

a través de la oscuridad del pecado.

Aleja de nosotros las carencias,

sana de nuestra carne las heridas

Dale a nuestra debilidad descanso

y hospeda tu esencia en nuestra alma.

Cura el dolor en las horas de fuego

y seca las lágrimas en las tormentas,

sé el manto que abriga nuestros duelos.

Enríquece con tus dones

los rincones más profundos del alma,

infunde tu aliento

en el vacío de la humanidad.

Con tu existencia infinita. Amén.